David Cantero Pérez, director de MSF Buenos Aires


Los Médicos Sin Fronteras reclutan desde su oficina en Buenos Aires a profesionales de toda Latinoamérica para misiones médico-humanitarias en todo el globo. “Asistimos a lugares que son mediáticos y donde están los conflictos olvidados”.

Los Médicos Sin Fronteras reclutan desde su oficina en Buenos Aires a profesionales de toda Latinoamérica para misiones médico-humanitarias en todo el globo. “Asistimos a lugares que son mediáticos y donde están los conflictos olvidados”.

Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización médico-humanitaria internacional, sin fines de lucro, que brinda asistencia médica en situaciones donde la continuidad de la vida corre peligro. Está integrada por cinco centros operacionales (España, Francia, Bélgica, Holanda y Suiza) que gestionan proyectos en todo el mundo. En la Argentina, la filial opera como enclave de la conexión con todos los países de habla hispana de América del Sur.

Escena del trabajo de la organización en NepalFoto: Médicos Sin Fronteras
Una de tantas escena del trabajo de MSF en Nepal

Ubicada frente al Teatro Colón, la oficina regional de MSF en Buenos Aires fue creada en el año 2001 y aporta fondos a la misión social desde el año 2009. Así reclutan personal (médico y no médico) para las distintas misiones alrededor del mundo, instrumentan la captación de fondos en las calles, definen los aspectos comunicacionales de la organización y canalizan las denuncias cuando se producen hechos de violación de derechos de las poblaciones más desprotegidas.

Para integrar como médico o enfermero esta organización de asistencia humanitaria es requisito contar con dos años de experiencia profesional, hablar idiomas (preferentemente inglés y francés) y afrontar una batería de entrevistas en las que se demuestre ser alguien maleable para trabajar en contextos de adversidad y culturas diferentes, dado el carácter permanentemente mudable de las intervenciones de MSF.

“Asistimos a poblaciones victimas de conflictos armados, de catástrofes naturales, de epidemias, de situaciones de exclusión extrema de la salud, bajo los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad y de independencia”, sostiene David Cantero Pérez, director de la oficina en Buenos Aires. “Es muy importante la independencia de acción para trabajar allí donde creemos que hay más necesidad, sin ninguna influencia de ningún poder económico, político o religioso”.

Junto a familias de refugiados, uno de los conflictos activosFoto: Médicos Sin Fronteras
Junto a familias refugiadas, un conflicto muy activo

A nivel local, ha intervenido en algunas situaciones de emergencia frente a catástrofes naturales y epidemias, pero Cantero Pérez afirma que “aunque en el país hay necesidades, nada tienen que ver con las situaciones que presenciamos en Oriente Medio, en el África subsahariana o en el sudeste asiático”. Muchos de los médicos argentinos que integran la organización han tenido participación en intervenciones contra el chagas en Bolivia, en Colombia durante las distintas fases del conflicto armado con la guerrilla, o en Haití y Nepal tras los terremotos que sufrieron ambos países.

Trabajo de campo

MSF trabaja en el terreno, en campos de refugiados, montando campamentos sanitarios, actuando en hospitales de las zonas en crisis o poniendo en funcionamiento equipos sanitarios móviles y carpas quirúrgicas. Por ejemplo, en Haití, en el hospital Nap Kenbe en Tabarre, la organización provee cirugía y atención de trauma, atendieron más de 13 mil emergencias e hicieron más de 6400 cirugías en 2015.

Una escena cotidiana del trabajo en NepalFoto: Médicos Sin Fronteras
Una escena cotidiana de trabajo en Nepal

“Asistimos a la gente herida y enferma en lugares que son mediáticos, como Siria e Irak, y también estamos en aquellos lugares donde están los conflictos olvidados, y que son mucho más sangrientos, como Yemen -o Siria-, o aquellos de larga data, como los de la República Democrática del Congo, o Sudán del Sur”.

Las cifras son elocuentes: durante el año pasado, realizó más de 8,6 millones de consultas externas y atendió a casi 600 mil internados, en distintos puntos del planeta.

durante el año pasado, MSF realizó más de 8,6 millones de consultas y atendió a casi 600 mil internados, en distintos puntos del planeta

Por otra parte, ante la crisis de refugiados que intentan el peligroso cruce del Mediterráneo, MSF instrumentó una operación de búsqueda y rescate en el océano a través de tres barcos. En el último año, realizó operaciones marítimas de búsqueda y rescate y proveyó asistencia en los puntos de ingreso y a lo largo de la “ruta migratoria” en Europa.

“Soy economista: los médicos y enfermeros están más acostumbrados a que las cosas vayan mal y la gente muera a su alrededor, pero el haber estado en los lugares de conflicto a lo largo de los últimos 20 años, te permite desarrollar una coraza para que lo que ves te afecte pero no al punto de paralizarte”, explica el director regional.

Actualmente, MSF cuenta con 446 proyectos de acción médica y humanitaria en 69 países. En 2015, envió a terreno a más de 2900 profesionales, y la Argentina aporta un plantel estable de 120. En referencia a sus galenos, cuenta con médicos, licenciados en enfermería y en obstetricia, técnicos de laboratorio, psicólogos y farmacéuticos.

Ponemos ‘curitas’, y a mucha honra, porque salvan una vida. Pregúntale a esa mamá si ella quiere o no que pongamos esa curita. Esa gente tiene derecho a una segunda oportunidad.

A fin de garantizar su independencia, Médicos sin Fronteras dispone de un alto nivel de fondos privados. Cuentan con más de 5,7 millones de socios individuales y fundaciones donantes privadas a nivel mundial.

Con los refugiados en la nueva migración europeaFoto: Médicos Sin Fronteras
Con los refugiados en la nueva migración europea

“Frente a la magnitud de las catástrofes que se dan en el mundo, es obvio que nuestra labor es paliativa -enfatiza Cantero Pérez-. Ponemos ‘curitas’ y a mucha honra, porque salvan una vida. Pregúntale a esa mamá si ella quiere o no que pongamos esa curita. Esa gente tiene derecho a una segunda oportunidad. Como dice nuestra presidenta, la doctora Joanne Liu: ‘No sé mañana, pero tú, hoy, no te me mueres’”.