La subsecretaria de Acceso a la Justicia, María Fernanda Rodríguez, consideró “sumamente valiosa” la consigna Ni Una Menos, que se enarbola hoy por segunda vez. Las medidas para garantizar el cumplimiento de la ley 26.485.

Ni una Menos, la consigna que surgió desde la sociedad civil en reclamo de medidas que visibilicen y reduzcan efectivamente los delitos contra las mujeres -y que este viernes cumple su primer aniversario- fue ponderada como “muy valiosa” por la subsecretaria de Acceso a la Justicia, María Fernanda Rodríguez, promotora de una reforma con perspectiva de género en el sistema judicial.

Entre las metas de esa reforma se cuentan la creación de un grupo de jueces especializados en denuncias de delitos sexistas y el fomento del abordaje asistencial de la víctima de manera integral y gratuita, dos condiciones que hoy no tiene cabida en el sistema jurídico nacional. Además, ya se avanzó en medidas prácticas como la aplicación de dispositivos duales de geolocalización que adviertan a la policía ante la violación de una restricción y la puesta en marcha de la primera encuesta sobre respuesta judicial de esas denuncias.

-A un año de la primera manifestación masiva ¿Qué reflexión le merece la consigna?

-Me parece valioso que Ni Una Menos simbolice la búsqueda de que no haya ninguna víctima más por este flagelo. Y es muy importante porque nos muestra muy activos como país: No hubo gente en el mundo movilizándose por las calles por este reclamo como ha ocurrido en Argentina. Es muy satisfactorio pensar la poca tolerancia que tenemos como sociedad para estas cosas que ocurren, más allá de que aún ocurren. Y me parece que si se convierte en una convocatoria para que trabajemos como sociedad, en serio y estructuralmente, desde una perspectiva de género, contribuirá a eliminar la desigualdad.

-¿Cuál es esa característica ‘estructural’, de la que habla, que cimienta las violencias que afectan a las mujeres?

-La desigualdad. Ahí está la llave de la eliminación de la violencia. A veces estamos dando una respuesta a la emergencia (los casos de violencia, en sí mismos) pero el gran causante de todo es la desigualdad estructural. Es muy importante que en esta marcha se ponga en valor la necesidad de una agenda de la igualdad en el tema de las mujeres, porque ahí está la raíz de todos los males. La razón por la que alguien puede pensar que un sujeto es un objeto radica en esa desigualdad. Y deconstruir ese sistema de jerarquías nos va a llevar mucho.

-Las reformas que impulsa el Ministerio ¿Son un cambio de paradigma o de políticas públicas?

-A nivel normativo, el cambio paradigmático ya es una realidad, gracias a la Convención de Belem Do Pará y la Ley de Protección Integral a las Mujeres. Hoy en lo que estamos trabajando es en mejorar el modelo organizacional de la Justicia. Lo que sostenemos es que llegó la hora, tal vez de hacer una reforma que sea más estructural. Incluso que ponga en cuestionamiento la propia organización, separada por materias, que tienen los fueron judiciales.

-¿Qué acciones concretas se impulsan para facilitar el trámite de una denuncia que llega al Poder Judicial?

-Este tipo de problemáticas (las de género) requiere de un enfoque único e integral. Un fuero que tenga tanto la materia civil como la penal. Ya la ley 26.485 (Ley Nacional de Violencia contra la Mujer) ya preveía la obligación del Estado de garantizar el acceso a la Justicia y una de las cuestiones que se plantean es la de dar el patrocinio jurídico gratuito en este tipo de querellas. Precisamente, este año estamos tratando de armar fuertemente una base de datos con información, modalidad y tipo de servicios que queremos brindar para que sea realmente de calidad.

La ley 26.485 (Ley Nacional de Violencia contra la Mujer) preveé la obligación del Estado de garantizar el acceso a la Justicia y una de las cuestiones que se plantean es la de dar el patrocinio jurídico gratuito en este tipo de querellas.

-¿Qué son los dispositivos electrónicos duales?

– Es la aplicación de una tecnología que es más efectiva que el botón de pánico para garantizar el cumplimiento de la medida cautelar porque deja acreditada una prueba. El presunto agresor tiene un brazalete o tobillera electrónicos que está georreferenciado y, a su vez, la víctima tiene un dispositivo como si fuera un botón de pánico también. Si él se acerca más allá de lo que la orden de restricción judicial le permite, eso ya queda acreditado como prueba.

Rodriguez: "Trabajamos en mejorar el modelo organizacional de la Justicia"
Rodriguez: “Trabajamos en mejorar el modelo organizacional de la Justicia”