Sergio Rotman, director de Hecho Club Social


La organización porteña promueve el deporte pero en contexto: Futbol callejero para empoderar a exusuarios de drogas, exdetenidos o sin techo. En sus orígenes fue uno de los talleres de la revista Hecho en Buenos Aires.

Nota a Sergio Rotman y entrenamiento de Hecho Club Social en el polideportivo Don Pepe.

La organización porteña promueve el deporte pero en contexto: Futbol callejero para empoderar a exusuarios de drogas, exdetenidos o sin techo. En sus orígenes fue uno de los talleres de la revista Hecho en Buenos Aires.

Desde lo pequeño, desde el famoso grano de arena que se suma a otro, se puede ayudar a generar cambios. Hecho Club Social es una organización que ofrece alternativas de reinserción a adolescentes, jóvenes y adultos en situación de vulnerabilidad social a través de la formación deportiva y la práctica del fútbol.

Su accionar está focalizado en hombres y mujeres en situación de calle, usuarios de drogas en tratamiento, personas con HIV, migrantes, refugiados, cartoneros, exdetenidos que hayan recuperado su libertad o habitantes de barrios vulnerables.

Se origina como continuidad del taller deportivo que se llevaba a cabo en la revista Hecho en Buenos Aires, editada y comercializada por personas en situación de calle. Desde 2004, Hecho Club Social ha participado en las competencias anuales del Homeless Word Cup, el Mundial de fútbol por la inclusión social, con selecciones argentinas de Fútbol de Calle tanto femenina y masculina.

Durante julio tuvo lugar la edición 2016 del Mundial en Glasgow, Escocia. Allí, la Argentina presentó solamente a su equipo femenino, que se alzó con una Copa de Plata.

Sergio Rotman es el director de Hecho Club Social y tiene a su cargo la organización de los distintos equipos que compiten a nivel internacional y en el torneo local. Rotman, que es profesor de equipos de hockey sobre césped, aseguró que “no medimos el nivel futbolístico, sino que se produzca la reinserción”.

Las reglas deportivas están adaptadas hacia la resocialización. Los jugadores se turnan para mostrar sus habilidades, aunque el objetivo no es hallar virtuosos sino lograr que recuperen la propia valía y el sentido del compromiso.

Una de las sedes de entrenamiento está en las canchas del  polideportivo ‘Don Pepe’, en el barrio porteño de Barracas. Otros dos están en Quilmes y Berazategui, en el sur del Conurbano bonaerense. También, cuentan con una sede en San Isidro, de la que participan los habitantes de La Cava, y en el Parque Indoamericano, en Villa Lugano.

Horacio García (28), capitán del seleccionado en 2015, en Holanda, contó que esa competencia “fue un momento único para conocer otras realidades: gente en situaciones difíciles y que da la lucha, como nosotros”.

“Somos una organización con un objetivo social, no deportivo, y apuntamos a que nuestros jugadores se formen en el respeto al adversario por encima de todo”, opina Rotman.

Codo a codo

En 2004, cuando arrancó el taller de fútbol, eran cincuenta los participantes y entrenaban dos veces por semana. “Vimos un impacto fabuloso: el compromiso de gente en situación de calle, que entrenaba periódicamente, lo que generaba un impulso en cuanto a tratar de cuidarse: decirse ‘no puedo alcoholizarme o drogarme porque tengo que entrenar’ se volvía un imperativo personal”.

No obstante, cuando las adicciones se cuelan entre los jugadores, actúan un psicólogo y un trabajador social, que recurren a entidades terapéuticas específicas, en caso de ser necesario.

“Con la mayoría de los muchachos logramos que retomen sus estudios primarios y secundarios, y hemos impulsado que algunos inicien estudios terciarios y hasta universitarios”, dice Rotman. Asegura que “buscamos que cambien su hábitat, y que se convenzan de que pueden aspirar a vivir de mejor manera, que la calle no es el espacio que eligen, y que han caído ahí por necesidad, y convencerlos de que pueden salir y que necesitan expresarse, y el deporte es una vía para hacerlo”.

Con el deporte como estandarte, Hecho Club Social tambipen promueve talleres laborales, de salud, educación y fortaleza de la ciudadanía. Como el Mundial es una competencia anual y su participación es acotada, Rotman impulsó también una iniciativa que reúne a 800 personas que participan en las competencias de la Liga Urbana de Fútbol por la Inclusión Social, que convoca a más de 30 organizaciones sociales y clubes de barrio en una competencia deportiva mensual, que tiene lugar en el polideportivo ‘Don Pepe’.

De los participantes argentinos del Homeless Word Cup, se estima que un 77 por ciento dejaron de vivir en la calle

Se juegan también partidos amistosos y entre los proyectos inmediatos, está la idea de empezar a armar equipos de hockey sobre césped. De los participantes argentinos del Homeless Word Cup, se estima que un 77 por ciento dejaron de vivir en la calle, y mostraron notorias mejoras en sus vínculos familiares. Y esa es la razón de ser de Hecho Club Social: armar espacios de disfrute deportivo para que la vida, y la pelota, sigan rodando.