Argentina organizó el Mundial de fútbol en 1978. La junta militar de gobierno decidió entonces llevar a cabo una batería de obras públicas cuyos planos pueden verse por primer vez públicamente a partir de una propuesta de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación.
Para aquel evento deportivo, se creó el Ente Autárquico Mundial ’78 (EAM ’78). La Junta lo dotó de la responsabilidad de orquestar todo lo relacionado con el Mundial. Así, hasta su disolución en 1983, recolectó documentación que se estima que al alcanza los 2 mil metros lineales de extensión.
Aparte de los planos, se pueden ver expedientes de compras y contrataciones, legajos de personal contratado y documentación administrativa.
Se trata de un material de importancia para quienes estudian los sucesos de esa época. Su exhibición “habilitará una herramienta de investigación fundamental para seguir estudiando lo acontecido durante ese período y para que aquellas personas formadas en la materia puedan ahondar más en detalle en muchos de los debates que generaron el Ente Autárquico y luego el propio Mundial organizado por los militares”, señalan desde la Secretaría.
Sobrevivir un mundial
Foto: Secretaría de DDHHEn plena realización de la vigésimo primera edición de la Copa del Mundo, la Secretaría también ofrece la posibilidad de repensar, a partir de la muestra “Vivir en el centro clandestino durante el Mundial 1978”, cómo la dictadura cívico-militar empleó la competencia global para invisibilizar la desaparición de personas.
A partir del 28 de junio, y por casi un mes, el Museo Sitio de Memoria ESMA expondrá testimonios y objetos pertenecientes a sobrevivientes -o sus familiares- del centro clandestino que funcionó allí. Ese día será la inauguración (a las 12) con la presencia de ex detenidos y jugadores del Mundial de 1978.
El trabajo recoge las vivencias de la cotidianidad en la ESMA durante el campeonato del mundo de 1978, con relatos brindados por los sobrevivientes en el Juicio a las Juntas de 1985 y en los Juicios ESMA que se realizan desde 2004.
Cuarenta años más tarde, el ex centro de detención clandestino convertido en espacio de memoria abre las puertas de su museo para exhibir por primera vez objetos de los sobrevivientes del centro clandestino de la Escuela de Mecánica de la Armada, realizados durante su cautiverio.
Entre ellas se cuentan la “carterita”, de Ricardo Coquet, un portadocumentos de cuero negro con bolsillo secreto confeccionado por un detenido desaparecido de la ESMA, a pedido de ese Grupo de Tareas. En ella fueron trasladados documentos fraguados a París.
También unas “Cartas españolas”, fabricadas en cartón por los detenidos desaparecidos durante su cautiverio. Los dibujos fueron realizados en papel con espadas presentadas como instrumentos de tortura. Aparte, hay una “Credencial de Prensa”, documentos fabricados en la ESMA para el ingreso del Lisandro Cubas en una conferencia brindada por Cesar Luis Menotti antes del partido inaugural del Mundial 1978. En ese momento Cubas permanecía detenido desaparecido en la ESMA, y como parte del trabajo forzado, fue obligado a realizar esa entrevista.
Por la ESMA pasaron unos cinco mil hombres, mujeres y niños. Cerca de 60 personas sobrevivieron al Mundial.
