En el Complejo Penitenciario Federal IV de Mujeres de Ezeiza se realizó la primera entrega de una prótesis fabricada por las internas de la unidad. La mano ortopédica fue realizada para Tobías, que vive con su familia en Pehuajó, y construida mediante la impresión 3D y con la capacitación de Gino Tubaro, inventor y emprendedor de Atomic Lab. Las internas conocieron esta semana al nene mediante una videoconferencia.

En diciembre del año pasado comenzó el taller para capacitar a las mujeres. Luego llegaron dos impresoras 3D y tres computadoras al penal, y comenzó el trabajo. El objetivo era imprimir una prótesis mecánica para Tobías.

Durante casi cinco meses de pruebas y ensayos la prótesis quedó terminada. De las once internas que comenzaron a la entrega llegaron nueve, las otras salieron en libertad durante el periodo del taller.

“Ahí está mi manito”, dijo una de las internas que miraba a Tobías, contento con su prótesis. “Es para que vean que el laburo que hicieron vale la pena”, les dijo Tubaro, antes de comenzar la presentación.

Estuvieron presentes también el jefe de la Región Metropolitana del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Fabián Ascona; el director de Trato y Tratamiento del SPF, José Luis Millaqueo, y la efa del Complejo Penitenciario 4, Silvia Aquino.

Trabajo y solidaridad

La prótesis tiene los colores de Dragón Ball Z, la serie de dibujos animados preferida de Tobías. “Estamos muy emocionados por el trabajo que han hecho, sigan adelante con el proyecto, están aprendiendo el trabajo y la solidaridad”, dijo la madre de Tobías. “Estoy muy agradecido con todas”, se animó a decir el nene, entre vergüenza y alegría.

“Queríamos mucho este momento, queríamos ver al nene, saber que la tiene, que llegó”, contó una de las internas. “Te felicitamos, vos sos una enseñanza de vida para muchas personas, incluso para nosotras”: así termina la carta que las internas le enviaron a Tobías y que Gino Tubaro leyó.

A la prótesis de Tobías se le suma la recientemente terminada prótesis para un hombre de 80 años y el comienzo de elaboración de otra para una mujer. Tubaro anticipó a las internas que dentro de poco empezarán a fabricar brazos.

Las internas también dieron cuenta de la necesidad de saber cómo ayudar una vez que se encuentren fuera de la cárcel. Mostraron interés en seguir capacitándose para, además, poder tener una posible salida laboral fuera del establecimiento carcelario.

“Creemos que de esta forma un trabajo social puede ayudarlas a la reinserción, o incluso tener un poco más de empatía, y uso de tecnologías”, dijo Tubaro al terminar la presentación.

Hasta hoy el proyecto de Atomic Lab lleva entregadas más de 800 prótesis 3D. Cuenta con la ayuda de más de mil personas que imprimen prótesis en 39 países.