La Justicia bonaerense determinó que la decisión de un jurado popular no debía ser descartada por parcialidad porque dos de sus miembros fueron amenazados. El argumento: los reemplazaron antes de la sentencia.

La Argentina cuenta con una herramienta que ya se aplica en algunas provincias: el juicio por jurado. Se trata de un cuerpo compuesto por ciudadanos ajenos a la administración de Justicia (es decir, no son jueces ni ostentan otro tipo de cargo) que, con las pruebas del caso, las exposiciones de acusados y acusadores y la guía de un magistrado, deciden sobre la culpabilidad de una persona.

Estos integrantes del jurado, a su vez, no son los encargados de decidir qué delito es el que se le atribuye al acusado o acusada, sino si es culpable o no. Para ello, los que lo integran , después de analizar el caso, deben debatir y votar de forma anónima. En el medio, y a pesar de que mientras forman parte del jurado están aislados de los medios de comunicación, eximidos de ir al trabajo y no pueden hablar del caso con familiares y amigos, muchas cosas pueden suceder.

Por ejemplo, en un caso de violación que sucedió en Buenos Aires, la Justicia determinó que, a pesar de que dos miembros del tribunal popular habían sido amenazados, el veredicto de culpabilidad no podía ser desechado.

Antes del veredicto

Los abogados defensores del acusado alegaron que estas dos personas que recibieron amenazas podrían haber transmitido al resto de sus pares del jurado la situación vivida, generando cierta parcialidad en contra de su cliente antes de la decisión. Pero los jueces afirmaron que no existió esa posibilidad porque los amenazados fueron apartados a tiempo y con suficiente antelación al veredicto.

La decisión fue tomada por los integrantes de la Sala I del Tribunal de Casación bonaerense, que es el máximo tribunal penal de la provincia; esto significa que, dentro del fuero, son la última palabra, y una decisión suya sólo puede ser apelada para recurrir a la Suprema Corte de Buenos Aires, la máxima autoridad judicial de la provincia.

Los magistrados precisaron en su fallo que uno de los motivos por los que el juicio por jurado tiene tanto éxito es la confianza que genera en la sociedad que gente ajena a la administración de Justicia tome las decisiones. Por eso, los miembros del Tribunal defendieron las herramientas que existen para garantizar la imparcialidad de las decisiones.

Perfeccionar los juicios por jurado

Este fallo es importante debido a que esta forma de juzgar a una persona es novedosa en Argentina, a pesar de que figura en la Constitución nacional hace más de 150 años. Los jueces entendieron que sentencias como esta ayudarán a trazar el “camino” de este “instituto”. En otras palabras, ayudarán a entender qué modificaciones deberán hacerse en términos normativos para perfeccionar su uso.

Los magistrados describieron, a su vez, los pasos que se siguieron: dos jurados suplentes pasaron a formar parte del cuerpo, que son nombrados en casos donde surjan problemas como este o, por ejemplo, dificultades con la salud de alguno de sus integrantes. Previamente, hubo una discusión entre las partes acerca de si se debía avanzar con los reemplazos. Se concluyó que podría surgir algún tipo de parcialidad si se mantenían en el jurado.

Los miembros del Tribunal también afirmaron que los jurados, al igual que los jueces, gozan de una presunción de imparcialidad. Para poder afirmar que existe algún tipo de parcialidad, se debe probar, algo que no sucedió en esta causa.