Dos leyes garantizan el patrocinio jurídico gratuito a víctimas de violencia de género: la 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Y la 27.210, que creó el Cuerpo de Abogados y Abogadas para Víctimas de Violencia de Género. Ambas le dan funcionamiento al organismo con sede nacional en la ciudad de La Plata que, bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se encarga de patrocinar a las víctimas. Su implementación está en una “etapa intermedia”. El Registro de Aspirantes se lanzó el 7 de marzo y cerró el 4 de mayo para los abogados y abogadas que se inscribieron en el colegio de abogados en el que están matriculados.

La directora ejecutiva ad honorem del organismo ya en funcionamiento es la subsecretaria de Acceso a la Justicia, María Fernanda Rodríguez. Y la coordinadora del cuerpo es la abogada Celeste Leonardi, junto a un equipo que maneja las áreas de asesoramiento, de gestión judicial y manejo de datos, y de capacitación y jurisprudencia.

La coordinación del cuerpo de letrados ya firmó convenios con 73 colegios de abogados de todo el país. Y hay 13 más en proceso de rúbrica. “Lo importante es que se firmaron convenios en todas las provincias y en la ciudad de Buenos Aires”, destacó Leonardi.

Las entidades que nuclean a los abogados y abogadas en las diferentes provincias son quienes abren el registro de aspirantes, les piden los requisitos y evalúan su idoneidad técnica: por ejemplo, tener al menos 5 años de ejercicio de la profesión y no contar con antecedentes penales ni sanciones disciplinarias.

Tras este paso, en el cual ya pasaron cientos de personas comprometidas con el fin de la violencia de género, los colegios envían al ministerio la documentación necesaria. El Cuerpo recibe los listados y comienza la etapa de capacitación.

Los casos llegarán a través de los organismos derivadores como los Centros de Acceso a Justicia, las oficinas de violencia doméstica, las fiscalías o defensorías especializadas, observatorios de género, todas dependencias que estén vinculados a casos de violencia doméstica y reciban las denuncias. “El organismo acerca el caso al Cuerpo y se asigna un abogado del registro definitivo al caso en cuestión”, explicó Leonardi.

Fotos: Patrick Haar.

Buscar un cambio de mirada

Luego del Registro de Aspirantes, el ministerio capacita a los inscriptos a través del dictado de “Curso de transformación actitudinal en género”. “Es un patrocinio especializado en perspectiva de género, porque no alcanza sólo con conocimientos jurídicos como la Convención Belem do Pará, sino que buscamos lograr empatía con la situación que está viviendo la víctima”, señaló la coordinadora.

Rodríguez se había referido a este punto: “El curso implica un diseño muy fuerte en el cual queremos generar un cambio de mirada en los abogados. Y, a su vez, que se pueda producir una buen trabajo de litigio estratégico en las causas en las que están involucradas las mujeres víctimas de violencia. Con esa conciencia hacemos el curso”.

Cuando terminen los registros definitivos de todos los convenios suscriptos, el curso arrancará en julio con una dedicación de dos horas diarias de lunes a viernes. Tiene una duración de 10 semanas, y una vez que cada abogado la termine y apruebe, quedará conformado el Registro Definitivo de Abogadas y Abogados para Víctimas de Violencia de Género

“Este año tenemos como objetivo realizar la capacitación y arrancar con el patrocinio de las víctimas de violencias”, cerró Leonardi.